viernes, 29 de octubre de 2010

Rompiéndoles el cerco, a los vigilantes informáticos


Hace 10 años me otorgaron el privilegio de un correo electrónico,  cuando para esa época, era muy selectivo. Me firmaron la planilla: el director del hospital, la provincia de salud y luego fui finalmente, al servidor de Infomed, y allí con una sonrisa poco acostumbrada me dijeron:
     —No tenemos capacidades ahora, hasta que no se amplíe la red. Venga dentro de un mes —al día siguiente volví allí, y me hice amiga del señor CVP (Comité de Vigilancia y Protección) que me dijo:
     —El Jefe está reunido espéralo aquí en el salón, y agárralo cuando salga  —y me senté al lado de la puerta del Jefe—. Las horas pasaron, nadie salía, y decidí abrir la puerta del local de reunión y pregunté:
      — ¿Ud. es el jefe?, cuando termine quisiera hablar con Ud. —al salir quería que la tierra me tragara, pues descubrí al jefe, en pleno juego de pin pon, dentro de su oficina—. Al poco rato él salió y me dio la autorización.
      Esta red telemática, está formada por cientos de vigilantes informáticos a nivel del servidor central llamado Infomed, de los servidores de los hospitales y de los municipios de salud pública. Dichos informáticos vigilantes, tienen como contenido de trabajo la lectura de la correspondencia electrónica de todo el personal de salud, que a través de ellos, transita.      
       En cierta ocasión uno de ellos me decía:
      —¡Como hay médicos y enfermeros homosexuales… —con otras palabras—…y  tienen armado una homosexualidad electrónica! —concluyó el homofóbico informático.
     Los correos electrónicos llegan al servidor de Infomed, e inmediatamente pasan por un filtro, donde quedan atrapados aquellos correos que contengan determinadas “palabras subversivas”, y son marcados para “una revisión detallada”, por parte de la seguridad informática. Las palabras peligrosas pueden provocarle al responsable del correo, desde un castigo con limitación del servicio por unos meses, hasta la suspensión deshonrosa del servicio electrónico. Por eso al recibir un correo subversivo, nunca lo conteste, y si lo hace hágase pasar por un comunista de aquello que “comen ladrillos y cagan polvo rojo”.
   Estos vigilantes informáticos, no llenan sus barrigas únicamente, con el humilde salario de informáticos. Muchos clandestinamente, venden direcciones electrónicas a 25 cuc por mes,  a los nuevos ricos de la Habana. Por eso que nadie se sorprenda, al ver una cajera de una tienda de TRD, al dueño de un paladar ó al mesero del cabaret Pico Blanco del hotel Habana Libre, con una dirección electrónica de infomed “anclada” al teléfono fijo de su casa.
   Lo mejor del servidor de Infomed es que entre sus jefes  y los del Ministerio de salud Pública de Cuba, se reparten y disfrutan los que ellos llaman “Internet a full”, ó acceso completo y gratuito al servicio de internet desde sus casas, con la clara advertencia de que si se atreven a abrir los web site contrarios al discurso aprendido, les confiscaran sus direcciones electrónicas libres a Internet.
   De seguro que estos vigilantes pagados, nunca quedarán sin empleos, ellos pasan a ser los nuevos soldados, que protege al país contra la guerra electrónica generada por los bloggers. Por eso,  a los mercenarios informáticos de infomed, que no se confíen de sus filtros, porque ya muchas de las subversivas informaciones han esquivado el cerco de su vigilancia electrónica.