domingo, 11 de septiembre de 2011

Clarividencia. Ya no esta lejos el dia de la Libertad



De pronto me desperte y, como por arte de magia, yo  estaba de nuevo en Cuba en mi casa, en mi cama y en mi almohada, al abrir la puerta del bano tenia: pasta Colgate, cepillo dental automatico,  agua fria y caliente, con gel de bano de olor a violetas. Al abrir el refrigerado encontre jamon, queso suizo y " leche fresca descremada". Mi casa estaba igual que el dia que me fui, solo que muy bien pintada y climatizada con aromas perfumados artificiales, mis hijos estaban conmigo y me preguntaban a donde iriamos a pasear este domingo, si a Varadero o al Conny Islan? Al volver a ver a mis hijos, despues de tanto tiempo separada de ellos por cumpla de un gobierno corrupto y tiranico que les niega la carta blanca, los abrazaba y besaba, ellos asombrados me decian:
___ Mama que te pasa???  ... que no nos vamos a morir por ahora  ___ y reian como bobos por mi conducta.
Todo me parecia extrano, salimos y en mi cartera de Cuba, encontre un celular diferente y las llaves de un carro, para no asustar mas a mis hijos les pregunte:
____ A que UDs no saben donde deje el carro, al que me lo diga primero, le doi un premio?  ___ les dije .
El mas pequeno me miro como si fuera boba y me dice:
___ Donde siempre mama en el parking de O y P, pero mama tu estas bien hoy?  ___ me sentia con tanta felicidad que mi corazon batia como cascabel.
Salimos por las entre calles que dan al malecon habanero y ante mi vista estaban atracados cientos de bellos yates blancos, de hasta dos y tres pisos, unos al lado del otro, a todo lo largo del malecon, hombres con trajes azules de  marinero hacian labores dentro de ellos, para salir a pescar.
 Por la calle 23, circulaban cualquier tipo de carros modernos, y a cada metro y medio de acera, habia un parking para pagar el estacionamiento. Ante mis ojos, no cupo mas sorpresa cuando vi un cartel de la campana del Dr. Oscar Elias Bisset, postulandose en elecciones libres para presidente,  de pronto, algo carnoso humedo y caliente resbalaba sobre mi cara, eran los lamidos mi perra rottwhiler, que me despertaba de aquel cuento de Walt Disney que yo protagonizaba, para sacarla a orinar y darle su desayuno.
 Al brir los ojos y ver que continuaba en el exilio, senti un vacio y tristeza profunda en mi alma, pero con la alegre sensacion de que ya no esta lejos el dia de la Libertad, y ahora si viene llegando.