Según reportes de: Martha Beatriz Roque Cabello. Juan Wilfredo Soto García de 46 años, vecino de Santa Clara, Villa Clara. Deja al morir dos hijos una hembra de 20 años y un varón de 14. Era miembro de la Coalición Central Opositora.
Jueves 5 de mayo en la mañana. Maltrato policial
El jueves 5 de mayo en la mañana, se encontraba en el Parque Vidal y un policia le pidió el carné de identidad. Tuvo unas palabras con él y después de esposarlo, le dio golpes con el bastón, otros agentes que se movieron al lugar también lo apalearon.Hay que destacar que un ciudadano trató de filmar con un teléfono celular y un oficial de la Seguridad del Estado conocido por Raúl Azari Rodríguez Vázquez, le dijo al hombre que si tomaba fotos le iba a desaparecer el celular.
Aproximadamente a las 3 de la mañana, un matrimonio de vecinos de Juan Wilfredo, le llevó al Hospital una muda de ropa y el carné de identidad; tampoco lo dejaron pasar; pero le informaron que sería trasladado para la funeraria Camacho. Junto con el cadáver estuvo una sobrina nombrada Madelín Soto García, la que planteó que las autoridades médicas le habían informado que había muerto por una pancreatitis, pero a su vez ella supo que no había salido del paro, la hora oficial de la muerte fue las 12:30 am del día 8. También dijeron que el cadáver estaba descompuesto, por lo que el entierro sería a las 2pm.El jueves 5 de mayo en la mañana, se encontraba en el Parque Vidal y un policia le pidió el carné de identidad. Tuvo unas palabras con él y después de esposarlo, le dio golpes con el bastón, otros agentes que se movieron al lugar también lo apalearon.Hay que destacar que un ciudadano trató de filmar con un teléfono celular y un oficial de la Seguridad del Estado conocido por Raúl Azari Rodríguez Vázquez, le dijo al hombre que si tomaba fotos le iba a desaparecer el celular.
Sábado 7 de mayo 10:30 pm. Paro cardiaco
Finalmente, lo llevaron a la 3ra. Unidad de la Policía y de allí lo tuvieron que llevar para el Hospital Arnaldo Milián Castro, cuando se “recuperó” le permitieron irse para su casa; pero en la madrugada del viernes 6 tuvieron que nuevamente trasladarlo al Hospital y lo dejaron en observaciones, por unas horas. Al mediodía del mismo viernes, fue ingresado en terapia intermedia. El sábado día 7 por la noche, se conoció que lo remitían al Hospital Infantil para pasarlo por el CT SCAN. Pero en una llamada a las 10 y 30 de la noche al local de terapia intermedia, se pudo conocer que había entrado en un paro cardíaco y se oían los gritos de una mujer, al parecer la hija, la que fue sacada de terapia y tuvo que permanecer en los bajos del hospital. Después en varias ocasiones se volvió a llamar por teléfono a la sala y contestaban que había salido del paro y que varios médicos trabajaban con él. A la 1 am anunciaron su fallecimiento. En ningún momento permitieron a los opositores contactar con la familia. Estaban rodeados por 2 ómnibus de la brigada especial y numerosos autos patrullas de la policía y motos que son usadas por los oficiales de la Seguridad del Estado. Domingo 8 de mayo 2:pm entierro
Ya en la funeraria, los familiares se vieron imposibilitados de comprar la cuota de coronas de flores que ofrece el Estado, porque les comunicaron que todas las flores se las habían vendido a un organismo, se hicieron 2 coronas y cesticos de floreros a través de particulares. Había alrededor de 80 disidentes, los que fueron detrás del cortejo fúnebre por todo el centro de la ciudad, al inicio del cementerio cargaron la caja con la bandera cubana encima, hasta el lugar en que descansarían los restos. También en la funeraria se le hicieron guardias de honor, por parte de los disidentes y de la familia. A solicitud de sus allegados, Guillermo Fariñas Hernández despidió el duelo. En el cementerio se oyeron voces de: ¡Zapata vive! ¡Abajo Fidel! ¡Abajo Raúl! ¡Abajo la Revolución! ¡Vivan los Derechos Humanos! ¡Abajo la dictadura!